La avenida Brickell, la principal arteria financiera de Miami, donde está la sede del Santander y las oficinas del BBVA Compass, ha tardado en recuperarse de la fiesta diaria que supuso el Mundial de Brasil. La avenida se cubrió de todos los colores de las selecciones latinoamericanas. También la camiseta de España, mientras aún hubo esperanzas de triunfo, fue frecuente en el metro elevado que circunda el centro de la ciudad.
No solo fue Miami. La audiencia de Univisión, que tenía los derechos para Estados Unidos en español, superó en otras áreas metropolitanas, como las de Los Ángeles y Houston, el número de espectadores de la cadena ABC y del canal deportivo ESPN, que disponían de los derechos para las emisiones en inglés.
También el Mundial se vio mayoritariamente en castellano en otros lugares menos hispanos, como Nueva York, y eso que la afición por el «otro» fútbol ha crecido enormemente entre los estadounidenses en general. El partido México-Holanda supuso un récord de audiencia de una emisión en español en Estados Unidos: 10,4 millones de personas.
«Prime time» en español
Con ello, Univisión, el principal canal en español del país, ha seguido avanzando posiciones en el mercado global estadounidense. «Ya en 2013 hubo meses en que superamos las audiencias en «prime time» de las llamadas «tres grandes» -ABC, NBC y CBS- y también, por supuesto, de Fox, que está por detrás», afirma el gabinete de prensa durante una visita a la sede de producción de Univisión, en Doral, municipio pegado a Miami.
La importancia de la audiencia hispana ha llevado a los principales grupos de comunicación anglosajones a lanzar cadenas en español. NBC Universal cuenta con Telemundo, el segundo canal en audiencia entre los hispanos. Acaba de conseguir los derechos en español de la Copa del Mundo de fútbol, que Univisión tenía desde 1972. Telemundo retransmitirá los mundiales de 2018 y 2022.
Operaciones de los últimos años han sido el lanzamiento en 2012 de MundoFox, constituida por Fox y el grupo RCN colombiano, y la puesta en marcha en 2013 del canal Fusion, una «joint venture» entre ABC-Disney y Univisión destinada a captar audiencia en inglés de nuevas generaciones de latinos.
Por su parte, Time Warner, propietaria de NBC, ha estado este año en conversaciones para adquirir Univisión, que es propiedad de un grupo inversor.
Censo de hispanos
No es solo cuestión del creciente tamaño de la audiencia -el censo de 2011 arrojó un total de 52 millones de hispanos en EE.UU., un 16,3 por ciento de la población, que en Nuevo México llegaba al 46 por ciento y en Texas al 38 por ciento (en California los hispanos han pasado este año a ser mayoría)-, sino del progresivo aumento de su estatus socioeconómico.
El poder adquisitivo de los hispanos residentes en EE.UU. llegará a 1,5 billones de dólares el próximo año, según un informe de Nielsen sobre los hábitos de compra de ese sector de la población.
«La sabiduría convencional y la expectación, que todavía prevalecen en muchas estrategias de compañías de marketing, son que los hispanos serán gradualmente parte del “melting pot”. Pero ese paradigma en el que los inmigrantes se deshacen de su cultura y se mezclan se ha hecho científicamente insostenibles», advierte Nielsen, que invita a las compañías a utilizar el español en sus campañas de publicidad.
En los últimos diez años, el tramo de hogares hispanos que más ha crecido ha sido el de aquellos con ingresos superiores a los 100.000 dólares anuales (75.000 euros), mientras que se ha producido un claro descenso del número de hogares con las rentas más bajas.
El mayor poder adquisitivo que comienzan a tener los hispanos se traduce, por ejemplo, en la asistencia al cine. Y debido a sus hábitos de mayor sociabilidad están yendo más que los no
El poder adquisitivo de los hispanos se traduce, por ejemplo, en la asistencia al cine
Entre el 21 y el 25 por ciento de las entradas para los principales estrenos de este año han sido compradas por hispanos, cuando son el 17 por ciento de la población. Esto está llevando a que los estudios se planteen introducir personajes latinos, al margen de los tópicos.
Ese subir en la escala social también lleva a que hispanos de segunda y tercera generación, superada la preocupación por la estricta supervivencia personal y de su familia, también pongan atención en preservar o recuperar el idioma.
El español es hablado mayoritariamente en casa por el 56 por ciento de los hispanos. El 37 por ciento de los adultos que hablaban sobre todo inglés cuando eran pequeños aseguran que luego aprendieron suficiente español para ser bilingües en este momento. Nueve de cada diez hispanos que son padres o lo van a ser quieren que sus hijos sepan hablar español, además de inglés. Según los estudios, tienen sueldos un 20 por ciento mayores.